Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919
Semana del 18 al 24 de julio del 1914
A pesar de las
apariencias, a pesar de los disturbios y violencia callejera, ha sido una
semana relativamente tranquila políticamente.
El Proceso de “Mon Village” (Mi Pueblo)
Los jueces de Leipzig buscan la alta traición en las
páginas del álbum de Hansi En el primer plano, el ejemplar
abierto delante del intérprete que traduce en alemán el testo francés.
La condena a un año
de cárcel al dibujante Hansi, culpable de haber, según los términos del juicio
“ha excitado a los alsacianos contra los sujetos de origen alemán que habitan
en los países anexos” por la publicación de su bonito álbum Mon Village, Viene a demostrar una vez
más a que punto los alemanes son incasables, no solamente de asimilar o atraer
y mismo de comprender a las poblaciones alsacianas y loreneses, sobre las
cuales pesa su yugo, la voz de los que oprimen, no despierta en ellos que una
rabia enfurecida, un ciego furor. Que una Alta Corte de justicia haya golpeado
tan duramente a un dibujante por imágenes, las cuales el sentido del espíritu
se les ha manifiestamente escapado, que un procurador haya presentado a su
autor <<como un apache profesional del insulto>>, que la venganza
germánica se haya ejercitado con esta baja manera, eso nos hace parecer
verdaderamente algo pasmoso. En apariencia Hansi ha sido juzgado por grosero
bárbaro porque que no lo habían comprendido.
Esta detención de
incompetencia, pronunciada el 17 de mayo pasado, por la cámara correccional de
Calmar, que ha conducido el 9 de julio al arresto del artista alsaciano
inculpado de alta traición y conducido delante del Tribunal de Imperio de
Leipzig.
La alta traición,
los magistrados la buscaron con mucha dificultad durante largos y confusos
debates del proceso de Mon Village.
Tenían delante de los ojos el álbum de Hansi, un intérprete, sentado delante de
ellos traducía el texto. Y, durante muchas horas, se les vio inclinados sobre
las hojas, examinando laboriosamente cada dibujo, del cual cada uno de los
insignificantes detalles les hacía detenerse, ensañándose a encontrar
intenciones peligrosas y a descubrir las pruebas del “crimen” imputado al
acusado.
En su requisitoria,
el procurador imperial, declara abandonar la principal acusación de alta traición,
pero retuvo el delito de ofensa al pueblo alemán y de excitación a la revuelta,
cayendo bajo el artículo 131 del Código Penal, el cual hasta este momento no
había aplicado a los alsacianos-loreneses. En vano los dos abogados de Hansi:
Letrado Paul Helmer, de Colmar y el Letrado Drucker, de Leipzig, pidieron la
absolución. El tribunal cuya opinión ya estaba hecha, condena al autor de de Mon Village a un año de cárcel.
<<La obra del caricaturista
alsaciano, decía la sentencia, ha sido publicada en un momento en el
cual la opinión pública esta sobreexcitada en este país de Imperio y en el cual,
el más mínimo impulso, podría provocar accidentes graves…. El acusado es
también acusado de insultos al cuerpo del cuerpo de instituidores y al de
gendarmes>>.
Después del proceso
Hansi tenía algunos días de libertad antes de constituirse prisionero, amargado
y cansado físicamente y moralmente, decide volver a Francia <<La
jurisprudencia establecida en el presente por la Alta Corte de Leipzig, escribía
él esta semana en una carta dolorosa
dirigida desde Belfor al diario El Figaro,
rinde imposible la lucha tal que yo la llevaba en Alsacia…..Este juicio nos
suprime nuestras últimas libertades, y es aún más grave por sus consecuencias
que no importa la ley de excepción. Pruebas más crueles, más duras que las
precedentes, le están reservadas a nuestro país. Vienen de apretar la mordaza
hasta la sofocación. Aquí en Francia será el silencio y será desde otro lugar
que tendremos que decir a la Europa nuestro sufrimiento, nuestro dolor, nuestro
rechazo contra la injusticia y la crueldad.
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