miércoles, 8 de octubre de 2014

Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919

Semana del 26 de diciembre 1914 al 2 de enero 1915

EL FIN DEL EMDEN

   El 9 de noviembre, el crucero alemán Emden terminaba en las islas de Cocos, o islas Keeling, al Sur-Oeste de Java , su rápida y brillante carrera en su recorrido. El coche correo viene solamente de aportar algunos documentos de vivo interés sobre el fin del famoso corsario que ha causado a la marina británica tantos daños.
   Primero un relato muy viviente escrito por uno de los oficiales del Sydney, este navío australiano que viene tan alertamente a terminar con el Emden.
   Este relato, publicado por el Times, está ilustrado por un croquis que reproduzco a continuación y que retendrá la atención de los marineros. Se puede seguir todas las fases del combate, desde el momento -9h 40 de la mañana- en que el barco alemán viéndose descubierto, abrió fuego sobre el Sydney, a 10,500 yardas, quiere decir menos de 10 kilómetros, la yarda equivale a 0,91 m. aproximadamente.

<<Lo más caliente del combate para nosotros, escribe el autor del informe, fue la primera media hora>>. En ese momento, las posiciones del 1 al 7, el Sydney tira con sus baterías de babor; de las posiciones 8 a 11, tira con sus piezas de estribor, de la 8 a la 16 empieza de nuevo su tiro de babor, su última andanada en el 17, el tira de nuevo de estribor. El combate es terminado para él. El Emden se va hasta la costa, a la isla Keeling del Norte. Lo abandonan momentáneamente a su suerte, el Sydney se pone a la persecución de una carbonera que ha venido para abastecer al crucero alemán y lo hacen hundirse, han preferido que es mejor que rendirse. En ese momento eran las 11 y 20 de la mañana. El combate que el Sydney había llevado evolucionando la velocidad de 25 y mismo 26 nudos, había durado exactamente una hora cuarenta. Las averías del vencedor eren insignificantes.
   Toda la noche, el Sydney permaneció en alerte máxima, no sabiendo si el Koenigsberg, hermano de aventura del Emden no rondaba en los parajes.
   Al día siguiente el crucero australiano, ya se encontraba en la isla Dirección, al Sur del archipiélago de Keeling, es por un mensaje, interrumpido rapidamente, de la estación de telegrafía sin hilo de esta isla, que había estado prevenido, la víspera por la mañana, de la presencia de un “navío extranjero”, era el Emden. El Emden había enviado a tierra, para destruir la estación un grupo de marineros bajo el mando de un oficial. Ellos pudieron seguir desde tierra las peripecias del combate y asistir a la agonía del Emden. Después, se ampararon de velero, anclado en la orilla, y pudieron escapar “no fueron muy lejos”, escribe el narrador. En efecto, hemos aprendido su captura.
   El 10 de noviembre, hacia medio día, el Sydney, retorna a los restos del Emden, sobre el cual flotaba una bandera blanca, y envía lanchas para recoger a los supervivientes, desde ahora, prisiones de guerra. El comandante von Muller, a los complimientos de un oficial australiano, contesta que él no estaba satisfecho de la manera que había combatido.
   El Emden había horriblemente sufrido. Estaba como aplastado <<A la excepción de la parte delantera, dice terminado el relato el Time, el resto de la nave estaba todo destrozado>>

Los marineros que el Emden había hecho desembarcar para destruir la estación de telegrafía sin hilo en la isla Dirección, han asistido desde la costa, a la destrucción de su navío, antes de huir en un pequeño velero.

Después del combate, el Emden se había anclado en la costa de la isla Keeling, los supervivientes del equipaje fueron hechos prisioneros y los heridos trasladados con los mejores cuidados a bordo del Sydney.

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