Centenario de la primera guerra mundial 1914- 1919
Semana del 14 al 20 de noviembre 1914
LA TRISTEZA DE LA GUERRA EN BÉLGICA
Lo que queda de la iglesia de Pervyse en
Bélgica El altar de la iglesia
destrozado por los obuses alemanes
La evacuación de un pueblo que va
a ser ocupado por una compañía de ciclistas belgas.
LA 15 SEMANA DE GUERRA
5 al 11 de noviembre
La batalla de Flandes continúa y la lucha se prosigue sobre toda la
inmensidad del frente, en las cercanías de Arras, lo largo del Ancre, sobre la
superficie de Santerre, en las cavernas del Sossonnais, a través de las llanuras
champenoises, sobre las malezas del Argonne, hasta ahora dominadas por los
jabalís y los lobos, en los bosques de Côtes de Mouse, yendo a terminar sobre
las pendientes plantadas de viñas y de ciruelos, en las tierras pegajosas del
Woëvre o, los estanques, se desahogan los algodones espesos de las brumas,
alrededor del Couronné de Nancy, sobre los puertos vosgianos y en los primeros
planos de la llanura de Alsacia.
Ella aún dura, la furiosa batalla, la más larga, la más amarga, también
la más sangrienta de todas las vistas por la humanidad, sin que se pueda mismo
prever cuando ella terminara; pero el enemigo no ha podido tener razón de la
esplendida tenacidad de los aliados. En vano la rabia furiosa del Káiser ha
lanzado contra los aliados los nuevos ejércitos obtenidos por la incorporación
de todo lo que queda en Alemania de adolescentes y hombre habiendo alcanzado la
cincuentena, la viviente muralla de los belgas, ingleses y franceses demora
intacta. Si ella a veces se mueve es para avanzar, poco sin duda, pero ella
avanza, ganando trinchera tras trinchera.
Sin embargo, a pesar del grandor épico y monstruoso de este drama en
Europa occidental, ella alcanza a penas la grandor de otro drama que se ha
desarrollado en los fangos, de los bosques de Polonia, entre el Vestule y el
Wartha, entre El San y el Vestule, y sobre los avan-montes de los Karpathes.
Así daremos esta vez una importancia más grande a estas batallas en las cuales
se prepara, bajo la influencia generosa del Zar, la reconstitución de Polonia.
DEL MAR DEL NORTE A LA ALTA-ALSACIA
Pero hay que resumir los hechos de guerra, en los que Flandes, el
Artois, la Picardía, la Champagne y la Lorena han sido el teatro durante esta
semana. Ningún hecho capital no ha marcado aún estos días, y por lo tanto la
batalla ha sido áspera y furiosa, ella continúa sin ofrecer otros resultados
que la ruptura de olas alemanas contra el rompeolas de los ejércitos aliados.
Sobre el litoral, la calma se ha instalado, los aliados de han limitado
a cubrir Nieuport y la desembocadura del Yser contra los ataques ofensivos de
los alemanes, los aliados están fuertemente en Lombarertzyde que los
contraataques alemanes no han podido tomar. Desde aquí hasta Dixmude, la capa
de inundación, no cesa de extenderse, ha impedido al enemigo de franquear de
nuevo el Yser. Es contra la ciudad de Dixmude, reducida a cenizas por los
obuses y ya tomada y retomada, que los alemanes han dirigido sus ataques. La
pequeña ciudad estaba por los fusileros marinos, han vuelto a rechazar todas
las tentativas y mismo conquistado un poco de terreno. Pero en las últimas
noticias Dixmude, estaba de nuevo alcanzada por el enemigo. Las tropas de
tierra, que flanquean a derecha a los marineros, les han aportado ayuda y
llevado las líneas aliadas hacia la
pequeña ciudad de Langemarck, situada sobre la férrea de Ypres a Bruges.
Pero la verdadera batalla más al Sur, en las cercanías de Ypres, hasta
el Lys. La ciudad, si modesta actualmente, pero tan grande en la edad media, es
el objetivo al cuerpo de armas alemán,
reunidos sobre un
estrecho espacio de tres a cuatro leguas
para intentar contra los aliados una de sus riadas que los generales alemanes
de la escuela de von der Goltz y de von Berhardi creían irresistibles. Lejos de
poder llevar a bien este esfuerzo de centenas de miles de hombres
precipitándose como una oleada a través de un terreno intransitable por la
inundación, los jefes de las innumerables hordas teutonas, veían a su gran
sorpresa y a en su despecho más grande aún, los aliados pasar ellos también a
la ofensiva.
Así que no es en este momento la lucha de la ola contra el muelle, es
una ola que se opone a la otra, se mueve y neutraliza el efecto del empuje
violento ordenado por el Emperador Guillermo II. La gran taimada alemana,
dirigida el 9 de noviembre contra el frente Sur de Ypres, había sido en
principio contenida y después rechazada. De Bixshoote, pueblo de las orillas
del Yperlé, al Norte de Ypres y hasta Armentières por un frente formado arco de
círculo alrededor de Ypres al Este y al Sur, los aliados por todas partes han
rechazado a los alemanes. A pesar de las masas sin cesar renovadas.
Y los ingleses, que mantienen con tanta tenacidad los alrededores de
Armentières y la Bassée, no han estado menos sólidos, un ninguna parte, las
fuerzas evidentemente superiores del enemigo, buscando a aplastar <<el
miserable pequeño ejército>>, no han podido tener razón de la fría
intrepidez de los soldados británicos.
Al Sur, en los campos históricos de Lens, que vieron la victoria tan célebre
del gran Condé, y en las cercanías de Arras, los alemanes, no han intentado no
menos violenta abrirse una brecha, esperando abrirse un camino hacia Boloña y
Calais. La batalla fue ardiente. Lo mismo cerca de Albert y sobre la meseta de
Santerre, en donde tanta sangre ha sido esparcida y de ahora en adelante será
aceptada la etimología de esta vasta llanura: Sang Terre (Sangre Tierra).
Al Sur del Aisne, país de cavernas, acantilados agujereados, pequeños
valles risueños pero parecidos a desfiladeros, la toma del terreno perdido a
continuación del combate del Vailly ha
durado casi toda la semana. El suceso a respondido a nuestros esfuerzos. Hemos
reconquistado las posiciones perdidas y, prosiguiendo nuestro avance, hemos
ganado sobre los alemanes. En vano ellos han ensayado bascularnos hasta la cima
de esta muralla natural por donde pasa el camino de Dames, ellos no lo han
conseguido y ocupamos las partes de la meseta en la que hasta ahora el enemigo
se creía al abrigo.
Al Norte de Reims, al Este de la ciudad, la calma parece completa si no
aprendiéramos cada día que nuestras fuerzas han ocupado algún pueblo o aldea,
así llegamos a las cercanías de Loivre, pueblo que domina el fuerte de Brimont
desde donde los alemanes han bombardeado Reims. En el Argonne, la lucha en el
bosque continúa con ventaja a nuestro favor, lo mismo que cerca de Verdun enm
donde cada día rechazamos de la periferia
a las tropas alemanas que quieren rodear el campo atrincherado. Y hacia
Nancy y en el puerto de Saint- Marie, por donde pasa la carretera de Saint-Dié
a Schlestadt, por todo, las tentativas fracasan. Lo mismo que en la
Haute-Alsacia en donde continua la lucha a la cual los comunicados hacen rara
alusión.