miércoles, 27 de agosto de 2014

Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919

Semana del 14 al 20 de noviembre del 1914

EL VENCEDOR DEL VISTUL Y DEL SAN

S. A. I. el gran duque Nicolas-Nicolaïévitch, generalísimo de los ejércitos rusos
EL GRAN DUQUE NICOLAS
   A la figura del jefe admirable que dirige en Occidente la acción de los ejércitos aliados, el general Joffre, hace pareja en Oriente, lo mismo que en una galería que se exponen dos retratos gemelos, la figura del comandante en jefe del ejército ruso, S. A. I. el gran duque Nicolás-Nicolaïevitch.

   Desde el primer momento, por la fulgurante ofensiva del general Rennenkampf y su raid triunfal a través de la Prusia oriental, el gran duque Nicolás aporta a los ejércitos aliados la ayuda la más preciosa, retornando hacia él una parte del esfuerzo alemán; así los amigos rusos tuvieron su parte en la victoria de la Marne.
   Desde entonces, él conduce en estratagema consumida, en un táctico sagaz, primeramente una retirada, y, acto seguido una ofensiva que no le ceden en nada como ejecución y como resultado en las operaciones paralelas que conducía aquí el generalísimo Joffre. Es a presumir que en el transcurso de numerosas entrevistas que tendrán a orillas del Néva, Touraine, Poitou, Lorena, los dos grandes jefes, que han tenido, han debido de intercambiar sus puntos de vista por acontecimientos que su seguro instinto puede entrever próximamente, poner en común acuerdo sus ideas y sus planes.
   Saliendo un momento de su papel puramente militar, el gran duque Nicolás, en el momento que sus armadas penetraban en Polonia, dirigía a las populaciones del reino constituido bajo el cetro tutelar del Zar una proclamación que revela el espíritu político del más sabio y el más clarividente, y parece bien que el elogio que le otorgaron la otra noche, en el banquete del lord-alcalde de Londres, lord Kitchener al general Joffre <<que no es solamente, decía el ministro de la Guerra británico, un gran capitán, pero también un gran hombre>>, se aplica perfectamente al jefe del ejército ruso.
FIESTAS MILITARES EN LAS FILAS FRANCESAS Y BELGAS
EN VALMY: La cruz de la Legión de honor colgada en la bandera del 24º regimiento de infantería colonial, por el general Langle de Cary, comandante de ejército, al pie de la estatua de Kellermann, vencedor de Valmy en 1792.                   El 24º regimiento de infantería colonial había tomado la bandera al enemigo después de un combate encarnizado.
EN FURNES: El rey de los belgas, después de haber otorgado la cruz de Leopoldo, la bandera de su 7º regimiento de línea, y de la cruz de la Legión de honor, de la parte del presidente de la Republica francesa, varios oficiales de este cuerpo heroico, ve desfilar delante del los soldados que, durante diez días, han rechazado al enemigo entre Nieuport y Dixmude
   La ingenuidad y la preocupación del confort de lo que hacen prueba los soldados británicos en el acondicionamiento de las trincheras, en donde las nuevas condiciones de la guerra les obligan a vivir durante largas semanas.
Establecimiento de baños y duchas a 500 metros de las trincheras alemanas y a 3 kilómetros de su artillería
La ingeniosidad de los soldados franceses: Un horno de ladrillos que calienta el agua de las duchas.

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