miércoles, 20 de agosto de 2014

Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919

Semana del 7 al 13 de noviembre del 1914
Una jornada histórica de la amistad Franco-Belga
General Joffre  Sr. de Bronqueville         Sr. Millerand         El rey       Sr. Poincaré
   El rey Alberto y el presidente de la republica francesa, seguidos del Sr. Millerand, del general Joffre y del Sr. Broqueville, entrando en la alcaldía de Furnes, a pocos kilómetros del frente de combate, el 1º de noviembre.
Los anónimos
   Cuanto grande es el desamparo del soldado que no tiene nada más sobre su tumba de batalla, apresuradamente cavada y adornada de una cruz de madera, en donde empieza a borrarse una inscripción venida ilegible! Y por tanto esta angustia es ventajosa y aun privilegiada si la comparamos a esta de los muertos perdidos,  desaparecidos a jamás, hundidos en las profundidades del inmenso desconocido, como el marinero en el seno de las olas del mar. Delante del pequeño túmulo de los primeros por lo menos se puede decir: <<Un hombre está aquí, que ha caído por su país. Yo no sé quien es …yo se que está aquí>>. No necesito nada más para que mi espíritu se recoja y que el abultamiento de tierra se ofrezca a mis dos rodillas como una perfecta oración….Pero si no hay túmulos, ni cruz, ni nada escrito, ni este ligero abultamiento, tan deprisa borrado y aplanado, que me indique a mí, difunto de mañana, el sitio del viviente de ayer y sin embargo, a pesar de la ausencia total de signos exteriores, sean los que sean, yo soy llevado a ponerme, en la duda, la terrible cuestión <<Pueden haber muertos aquí? Si…..muertos disimulados y que nada los revela? Yo debo, en ese caso, preverlos, sospecharlos, buscarlos, adivinarlos y encontrarlos, en una certeza únicamente moral, de alguna manera localizarlos, por todo y en ningún sitio, contra toda apariencia material….entonces yo padezco una especie de mal terrible y una desolada angustia. Estos muertos anónimos me obsesionan. Yo reconstituyo  su oscuridad solitaria.
   Y al lado de estos <<anónimos de la muerte>>, he aquí otros anónimos que igualmente hay sacar de la sombra y los revelar: Los anónimos de la vida, los discretos empeñados en hacer el bien, los modestos del sacrificio y los vergonzosos de la dedicación: hermanas de la caridad, enfermeras, médicos, camilleros, burgueses, empleados, obreros, pequeña gente, paseantes en la calle y cercanías de la batalla, que la guerra les ha hecho héroes y que rechazan de ser vedetes.
    En lo ordinario, ellos eran “como todo el mundo”. Pero la piedad, el dolor, la cólera patriótica, la furia de la compasión les han repentinamente las ha realzado por encima de los otros y a ellos mismos.
  Tendría que hablar de socorros materiales, espirituales, remedios, cuidados, sopas, viáticos de todas clases que han llevado entre los derrumbamientos? De las victimas que han salvado in extremis, de los refugiados que han sacado de los sótanos después de haberlos escondido, sacerdotes y médicos que han ido a buscar y ellos han venido, por el más corto camino,…..los niños que han escondido bajo sus abrigos, en una huida atroz, como si volaran?
   Y bien después de haber vivido todas esas grandezas y todos esos horrores y después de haber triunfado, por milagro, después de haber visto venir y repartir al alemán, después de haber esperado, desesperado, sufrido lo inimaginable y agotado todas las fuerzas de su cuerpo y de su corazón….los <<anónimos de la vida>> no quieren sentir hablar de ellos ni de nadie>>.
  Ah! Esto! Es la cima de lo magnifico, lo sublime que desconcierta!!!!!
IMÁGENES DE LA GUERRA MODERNA
Un grupo de enemigos (alemanes) muertos limpiamente por un solo obús explosivo del 75, parece que están durmiendo, en poses naturales, al pie de un montón de troncos de madera.

Batería de artillería francesa del 75, disimulada bajo fajos de paja para que ningún aviador los pueda localizar.
EL GENERAL GALLIÉNI HACE VISITAR AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA FRANCESA EL CAMPO ATRINCHERADO DE PARÍS
El presidente y los generales descienden al fondo de una trinchera.

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