Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919

Semana del 31 de octubre al 6 de noviembre 1914

El bombardeo de Papeete

Los efectos del bombardeo de Papeete, capital de Tahiti, por dos cruceros alemanes.

   Tahití, ha conocido ella también los horrores de la gran guerra. El 22 de septiembre, a las 6’45 de la mañana, dos cruceros alemanes, las dos más fuertes unidades de la división de China (el Scharnhorst y el Gneisenau, sin duda), se presentan delante de Papeete. Al tiro de cañón en blanco, tirado por una batería de la costa, ellos izaron el pabellón, se acercaron del paso canalizado y enviaron su primer obús. El comandante de la marina en Tahití, enseguida da la orden de destruir las balizas de la costa y pegarle fuego al aprovisionamiento de carbón. Un bombardeo en regla del puerto empieza de seguida. La pequeña cañonera la Zélée bien incapacitada para defenderse, pagó caro las pocas presas que ella había podido hacer al principio de la guerra. La ciudad fue muy afectada también. Ella no recibió menos de 200 obuses en cuatro horas de tiempo más o menos. Diez incendios se declararon en diversos puntos. Al final de esta terrible cañoneada. Los escombros de sus ligeras murallas, de sus tejados en chapa ondulada cubrían el suelo por todas partes. Se esperaban a un desembarco de marines alemanes, y todos los hombres válidos de la colonia, movilizados desde el principio de la guerra y bien entrenados, estaban dispuestos a resistir hasta el final. No tuvieron la ocasión de combatir, su brutal faena terminada, los cruceros tomaron el alta mar.

Altmunsterol vuelve a ser Montreux-Vieux; los antiguos postes fronterizos alemanes, sobre la carretera y vía reffea de Belfort a Mulhouse, repintados con los colores franceses

            Sr. Serraut  Sr. Briand                   Los dos ministros

Las trincheras alemanas

   La historia de la guerra del 1914, demostrará cuanto los alemanes han aprovechado las lecciones de los conflictos los más recientes. La guerra del Transvaal, la guerra ruso-japonesa y las guerras balcánicas, han

sido minuciosamente estudiadas por ellos y toda su preparación, todos sus métodos de combate, todas las astucias de guerra están inspiradas de las enseñanzas que han aprendido.

   Es particularmente en materia de trincheras que los alemanes han visto mucho, mucho aprendido y mucho retenido.

Vista perspectiva de un dispositivo de trincheras alemanas conforme al croquis que publicare más adelante

El mismo dispositivo visto por el asaltante; las líneas de trincheras de confunden con el paisaje.

   Los franceses estaban cantonados desde el 1870 en tres tipos de trincheras reglamentarias, trinchera para tirar asentado, trinchera para tirar de rodillas, trinchera para tirar de pie. En la instrucción han enseñado a protegerse momentáneamente, durante los asaltos clásicos del combate tal y como se preveían, excavaban un poco el suelo y se acuestan detrás de un pequeño montón de tierra. El soldado deberá también abrigarse de los golpes del adversario poniendo delante de él su mochila.

  De lo cual, protección insuficiente y visibilidad extremamente peligrosa, ya que el enemigo no tiene nada más que contar las mochilas para conocer el efectivo que planta cara.

  Para asegurar la excavación de estos abrigos, una compañía disponía de 80 picos y 80 palas-azadas o sea 160 útiles para 250 hombres. Estos útiles, van fijados sobre la mochila, con lo que produce una maniobra bastante larga para disponer del útil.

   Los alemanes han adoptado métodos de trincheras defensivas y ofensivas, todas diferentes. Cada hombre lleva su útil y el útil esta adaptado al estuche del sable bayoneta.

   Cuando no tiene que combatir, la línea se esconde, y, cuando se baten, esta línea ha previsto la retirada. Ella prepara, a este efecto, fuertes posiciones que asegurarán el suministro, la defensiva a ultranza, y, el contra-ataque.

   Y es en virtud de estos principios muy sustanciales, que todos los frentes de combate están organizados siguiendo un orden que varía muy poco.