Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919

Semana del 5 al 11  de diciembre 1914

UN FRUGAL DESAYUNO DEL GENERAL JOFFRE

El comandante en jefe de los ejércitos y sus oficiales, han hecho un alto cerca de un poste de guardia                               forestal devastado; no hay otros recursos que la mochila de provisiones del automóvil; el general ni siquiera                                     se ha sentado, y ya es él el primero que está listo para repartir.

TENEMOS LA RUSIA

   Olvidemos por un instante la guerra y en la hora presente, remontemos en el pasado. Dejemos los campos de batalla y retornemos al cole.

   Que es lo que era para nosotros colegiales despreocupados, esta Rusia, en tiempos de nuestra infancia?

   Un vasto imperio bárbaro y lejano….del cual conocíamos imperfetamente su geografía desmesurada y aún menos su historia. Al pronunciar su nombre nos evocaba una serie vaga de figuras e imágenes de una potente confusión: Catherine, Pedro el Grande….., las estepas, desiertos helados, largos ríos grises, ciudades con iglesias peinadas de gorros de oro, pieles blancas y caballos negros, trineos escoltados de lobos, bosques de abedules abrigando dulces isbas, cosacos al galope sobre la nieve. Y también el knout, la fauls, el samovar, el acordeón, el Icono…., los nihilistas, la plana Siberia, príncipes y forzados, los rublos, los talegos de cuero, los bohemios y los galgos, un Zar que dice a sus millones de soldados <<buenos días mis niños>>  y que sus sujetos le llaman <<Nuestro Padre>> de monjíos prosternados que se criban de signos de la cruz, popes con barba parda y ojos azules turquesa y una bella voz de bajo…., todo esto se mezcla y se cruza para crear en

nosotros la Rusia, para hacer un fondo extraño e ingenuo, tumultuoso, pintoresco y salvaje, sobre el cual se destacan más cercanos, pinturas de las frescas y de los más sobrecogedores colores, las frescas populares de las campañas del 1812, el incendio de Moscú, las colosales humaredas dibujando sobre el suelo alrededor de Napoleón las sombras de Kremlin, y la Beresina arrastrando muertos bajo los puentes, arcas de heridos, balsas de cadáveres y la monótona retirada, en silencio, o no, bajo la metralla espesa y triste de los copos de nieve….

   Pronto, resonaran los nombres sonoros de Ikermann, Balaklava, Malakof y Sebastopol se escaparan del pecho alegre de nuestros padres. Ellos nos contaran con gritos, a nosotros que no lo hemos podido ver, la entrada de nuestras tropas victoriosas…. Y por todos lados la música de los regimientos tocando desde la Francia una nueva marcha, la marcha de Crimea, el paso redoblado del retorno en el cual los pífanos agudos agrietara el corazón como la escarcha.

   Así penetrara en nosotros la Rusia

LO QUE LOS ALEMANES HAN HECHO DEL MÁS GLORIOSO                       CAMPANARIO DE FLANDES

El campanario de Ypres, como la torre de la catedral vecina, estaba en reparaciones y rodeado de un andamio                         que no ha ardido completamente