Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919
Semana del 5 al 11 de diciembre del 1914
LOS EJÉRCITOS RUSOS
La lucha gigantesca entablada en la región de Lodz, aún no ha terminado.
Los comunicados del gran duque Nicolas, se han bien guardado de pronunciar la
palabra victoria; mismo que ponen al público en guardia contra las
informaciones que tienden a hacer creer a un resultado definitivo. No obstante,
los periodistas que sacan sus informaciones en Petrograd continúan a presentar
la batalla como una verdadera catástrofe del ejército del cual el nuevo
mariscal Hindenburg es el jefe supremo. Nos tenemos que limitar a indicar el centro de esta ruda y larga contienda,
de la cual la salida podría tener una influencia capital sobre los
acontecimientos, no solamente en Polonia, sino también en Francia.
Situación aproximativa de las fuerzas rusas y
austro-alemanas al principio de esta semana
La
densidad de diversos frentes no sería,
falta de datos, estar indicada por la más o menos importancia de
rectángulos convencionales.
La carta publicada indica claramente el terreno sobre el cual tienen
lugar los choques los más formidables y las posiciones de los dos adversarios.
Es entre el río Bsouram afluente del Vistule, y su propio afluente, el Rawa,
que fluyen cerca de la ciudad del mismo nombre. Una parte de las fuerzas
alemanas rechazadas al Norte del río y que habían alcanzado la ciudad de Gombin
cerca del Vistule, y han sido atacadas y perseguidas por los rusos. Los diarios
dan a la batalla principal en nombre de la ciudad de Lodz y también de
Koliuski, ciudad situada entre Lodz y el Rawa, y la junción de varias vías
férreas. Los alemanes han estado particularmente sufridos, pero ellos
tienen aún detrás de las trincheras, cerca de la ciudad de Sgierz. Los
informadores que anuncian la desbandada de una parte del ejército alemán y el
envolvimiento del resto, entre Breziny y Rzgow, presentan como inminente la
rendición de las tropas lo mismo que los atrincheramientos. Un comunicado del
30 de noviembre señala aún “combates obstinados” al Oeste de Lovitch, sobre el
Bsoura.
Al Sur, hacia los confines de la Silésie, de la Polonia y de la Galicie,
los acontecimientos tienen un carácter más decisivo. Los austriacos han sufrido
una derrota aplastante al Norte del Vistule en los alrededores de la vía ferrea
que un Tarnow a Cracovia, mientras que otras fuerzas rusas operan en la
frontera de Silésie, el Norte de y al Sur de Czenstochow. Entre Cracovia y
Tarnow, la batalla tiene su centro en Bochnia, sobre el río Rawa, y se extiende
al Este hasta Brzesko, al Sur en un ponto llamado Wisniez.
Después de la invasión de la Galicie, los rusos se han rapidamente
desplazado sobre Bukovine y sobre los puertos de Karpathes sobre los cuales la
luz no muy clara aun, tenían que entrar de nuevo sobre el territorio galiciano.
Habiendo sin duda recibido refuerzos, han reanudado la marcha hacia adelente.
Czernowitch, capital de la Bukovina, ha sido ocupada por ellos, han franqueado
los Karpathes en varios puertos, principalmente el de Dukla, y el de Ouhock o
Uszock, se dirigen rapidamente al interior de Hungría, han alcanzado la llanura
y han ocupado, en la cuenca del Theiss, la ciudad deUngvar, mucho más arriba,
la de Zemplen, vecina de Saratoga, Zemplen cabeza de distrito, está a 120
kilómetros de la cima de los Karpathes y a 125 kilómetros de la gran ciudad
húngara de Debreczen, centro de comunicaciones en toda la llanura.
EL LIBRO AMARILLO
Toda esta guerra, terrible por la sangre
derramada, las ruinas que ella ha causado, el estremecimiento extendido al
mundo entero,, la Alemania se esfuerza a atribuirlo a sus adversarios, a la
Inglaterra sobre todo, sobre quien se porta el odio el más violento de los
pueblos germánicos. Ya las publicaciones diplomáticas de nuestros aliados: Libro Azul de Inglaterra, Libro Naranja de la Rusia, Libro Gris de la Bélgica, habían
demostrado por irrefutables documentos que la Alemania sola había querido y
preparado la explosión. La Francia a su vez, hace llamada al juicio y a la
equidad de los neutros, en nombre de los ciento sesenta reunidos en el Libro Amarillo. Esta publicación es de
naturaleza a aclarar los espíritus de los más prevenidos sobre el fuerte deseo
de paz de Francia, y ella prueba una vez más que el emperador Guillermo y sus
allegados, querían a todo precio la guerra, ha arrastrado a Austria en la vía
que conducía a este país al desmembramiento. Por nuestro embajador en Berlín,
ninguna duda no era posible, él nos había advertido, como Benedetti, Stoffel y
Ducrot, habían advertido a Napoleón III. Hemos creído demasiado tarde a sus
amenazas.
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