Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919
Semana del 14 al 20 de noviembre 1914
DOS REVÉR ALEMANES
En Extremo Oriente
Dos buenas noticias me han llegado esta semana des Extremo Oriente;
Tsing-Tao se ha rendido el día 7 de noviembre a los japoneses con toda su
guarnición, o sea 2300 hombres y de otra parte el Emden, ese crucero de transformaciones, que se destacaba en
maquillarse con el fin de tener un éxito mejor para asentar mejores golpes, ha
sido hundido dos días después, en la isla de Cocos, en el Océano Indico.
Tsing-Tao, el antiguo pueblo de
pescadores chinos venido en doce años una floreciente ciudad alemana en Extremo
Oriente, la cual acaba de caen en manos de los japoneses.
La pérdida de Tsing-Tao, para el orgullo alemán, ha sido particularmente
un rudo golpe, que ha acusa, con una franqueza sorprendente, la prensa alemana.
El prestigioso, el provocador monumento que habían erigido cuando tomaron posesión de Kiao-Tchéon
el gobierno imperial y que estaba como un símbolo de implantación germánica en
Extremo Oriente, decía elocuentemente todo el precio que ataba la Alemania a
esta posesión. Los gritos de rabia del Lokal
Anzeiger, aún son más elocuentes:<<Un miserable pueblo de pescadores
chinos, había venido, decía él, un
brillante testimonio de la cultura alemana. Aquí había surgido en un par de
años la ciudad la más bella, la más elegante, la más enamorada de progreso de
todo Oriente. Esto debería despertar los celos del pueblo con ojos oblicuos de
las islas del Este… Pero nunca jamás se olvidara el descaro de esos ladrones
amarillos, ni los de Inglaterra que les facilita los medios…. Si por puro azar
el momento de ajustar cuentas llegara, entonces sería por toda la Alemania un
grito de alegría tan unánime que actualmente es el de nuestro dolor:
<<¡Desgracia al Nipón!>>
Pero en el momento de cuentas, seguramente no serán los gritos de
alegría que resonaran en Alemania….
EL FIN DEL EMDEN
El Emden disfrazado por la cuarta chimenea añadida. El Mousquet
La última hazaña del Emden en
el océano Indio: El hunde, en Poulo-Pinang, el Mousquet torpedero francés, que lo había afrontado. El Emden para poder penetrar en la bahía de
Poulo-Pinang, había izado pabellón ruso, y a las tres chimeneas que lo
caracterizan, había añadido una cuarta en la parte trasera, y, se
desenmascarando, él había izado sus verdaderos colores
El fin del Emden tranquilizara
sobre todo a la marina pasible a los que este barco demasiado experto en las
emboscadas, había causado ya demasiadas pérdidas. Ya había contado anterior
mente las hazañas en Poulo-Pinang, en el estrecho de Malacca, en donde él había
hundido el crucero ruso Jemichoug y
el brillante Mousquet que se había
lanzado todo enclenque contra él. ¡E
finita la commedia! , Se acabaron los disfraces, no más de falsos
pabellones, no más de traidores despachos; cogido en la isla de Cocos por el
crucero australiano Sydney en el
momento en el que iba a destruir la estación de telegrafía sin hilo, el Emden a sido echado hacia la costa e
incendiado, mientras que su émulo, el Koenigsberg,
se dejaba embotellar en la costa de África.
EN EL MAR
Varios acontecimientos importantes han tenido lugar en el Pacífico y en
los mares de Oceanía. En las costas de Chile, una escuadra alemana que
encuentra los medios de abastecerse en carbón y en informaciones radiotelegráficas,
ha atacado una escuadra inglesa menos armada y de una velocidad inferior. Los
alemanes tenían dos cruceros, el Sharnhorst
y el Gneisenau y tres pequeños
cruceros. Los ingleses, tenían tres acorazados, el Canopus, el Good Hope y
el Monmouth, desiguales por el
armamento y velocidad, un pequeño crucero y un crucero auxiliar. El Canopus no se encontraba con los otros
navíos cuando los alemanes llegaron de improvisto, y después de un corto
combate en donde ellos tenían la ventaja de una artillería más potente y de más grande
alcance, pusieron al Good Hope y al Monmouth fuera de combate. Este
encuentro tuvo lugar el 1º de noviembre.
Los ingleses no quedaron bajo el golpe de esta derrota, es bien probable
que pronto entendamos hablar de la persecución de la escuadra alemana. Ya la
opinión británica ha encontrado un consuelo en la noticia que el Emden en el que los ataques de los
navíos ingleses han sido tan numerosos, que por fin ha sido destruido en los
mares de Australia. Otro crucero corsario, el Kqenigsberg, ha sido embotellado en un estuario de la costa
oriental de África. Poco a poco los mares van siendo purgados de estos navíos a
los cuales no se sabría negar una actividad y una audacia todo al honor de su
equipaje y sus comandantes.
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