Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919
Semana del 5 al 11 de diciembre 1914
DE LOVITCH A LODZ
En la carretera de Lodz, tenemos pena para abrirnos un camino a través
de la fila ininterrumpida de emigrados que vuelven a sus hogares. Es un
lamentable espectáculo el ver a esta gente abigarrada y bullente…, las mujeres
siguen con pena, rendidas de fatiga, llenas de preocupaciones, la frente
ceñida, ojo apagado, meciendo entre sus brazos su último retoño. Todas estas
desdichadas lleven en su rostro adelgazado
la traza de los sufrimientos que han debido aguantar. Ellas tuvieron que
dejar precipitadamente su hogar, bajo la amenaza del invasor. Ellas tuvieron
que dejar todo detrás. Ellas salieron sin poder llevarse nada, sin ni siquiera
mirar lo que ellas abandonaban. Ellas vuelven de nuevo….. Sus maridos, los
hijos, los padres, las han delibrado. Ellas se apresuran, con alegría y
angustia. Unas encontraran su choza intacta. Las otras buscaran vanamente entre
las ruinas el emplazamiento de su hogar…..
El auto rula lentamente, lentamente en medio de esa pobre gente que nos
mira con asombro. Por fin el camino empieza a estar un poco libre, pero toda
clase de velocidad nos está prohibida. A cada instante, el auto salta, brinca y
resalta zambullido en las zanjas, en los carriles, en los enormes agujeros que
han cavado, en medio del camino los pesados obuses.
Por fin llegamos a Vischnovaïa Gora, es aquí que los alemanes
establecieron su último punto de resistencia antes de su retirada definitiva.
Ellos fueron desalojados de sus posiciones por las tropas siberianas que, sin
ser sostenidas por la artillería, cargaron a la bayoneta con un ánimo
irresistible.
El estruendo de los “tschemodani” dicho de otra amanera de “maletas” es
de esta manera que los soldados llaman a los obuses de la artillería pesada
alemana no hacen que aumentar su ardor para combatir… <<Nos batimos desde
hace un mes, nos ha dicho un capitán, al cual los cabellos y la barba inculta
enmascaraban casi completamente su cara. Detrás nuestro, nos dijo en
extendiendo la mano, dejamos miles de nuestros desdichados camaradas. Tantas
víctimas! Esto no puede quedar sin venganza…… Debemos vencer…. Hay que vencer.
Yo miraba a este soldado, las palabras temblaban en sus rudos labios,
las botas fangosas. El revólver que salía de su estuche desgarrado, el abrigo
lleno de agujeros de balas, el ojal adornado de la gloriosa cinta de San Jorge,
él quedaba acampado ahí, soñador, la mirada perdida en la llanura…..
En las cercanías de Lods, cruzamos un convoy de prisioneros, son unos
500 de todos los regimientos de todas las armas, marchan lentamente con un aire
fatigado, evitando los charcos, perecen algo ancianos; seguramente son del
contingente de la landsturn, hay alemanes, algunos austriacos, dos húsares
húngaros cierran la marcha. Su brillante uniforme esta desgarrado, maculado de
barro, en la cabeza del convoy, sobre una carreta de campesinos, cuatro
oficiales alemanes están extendidos, llevan uniformes negros y su jefe esta
coronado de un casco de plata adornado de un águila brillante. Aun entendemos
el cañoneo, pero se va debilitando, los alemanes atrincherados en la calzada de
Konstantinov, oponen al impulso ruso el muro de su artillería pesada.
A pesar de este cañoneo incesante, los habitantes de Lodz, están
tranquilos y confiados, presienten cerca de ellos la presencia tranquilizadora
de los soldados rusos, la vida paralizada durante la ocupación alemana, renace
rapidamente. Sacan de nuevo los abrigos de invierno que tenían escondidos
preciosamente…. Y por causa! Todas las casas están engalanadas con los colores
rusos, se celebra en las iglesias servicios solemnes por la liberación del
territorio. En las calles se reúnen grupos manteniendo conversaciones ruidosas,
recontando anécdotas, un oficial me comenta que Lodz tan rápidamente evacuada,
que un gran número de retardatarios cayeron en las manos de los rusos cuando
estos hicieron su entrada en la ciudad, 200 alemanes fueron capturados de esta
manera en una fábrica en la cual se habían refugiado. Se encontró un cierto
número repartido en los sótanos, en el desván, en las cuadras, todos se
rindieron sin oponer resistencia, felices de por fin poner un término a sus
sufrimientos.
Un destacamento ruso ocupa Biala,
que los alemanes han abandonado durante la noche.
Y por tanto esos hombres se habían conducido como verdaderos brutos, lo
mismo que en Bélgica, en Francia, han robado, saqueado y han exterminado…….
EN RADOM RECONQUISTADA
Radom, 12 de noviembre
Radom. Es aquí que el ejército alemán en su retirada, se separa de las
fuerzas austriacas. Los alemanes se repliegan desde Varsovia Ivangorod,
combatiéndose vigorosamente.
Su retirada jornalera es de 12 a 15 versters. Pero cuando la caballería
rusa empieza su movimiento torneante con el fin de ensayar de envolver los
ejércitos enemigos, estos aceleran su retirada, sin mismo ensayar de resistir
en las posiciones preparadas con anticipación, alcanzando los 45 versters su
retroceso diario. Hostigados sin
descanso por la caballería y la artillería rusa, los soldados alemanes, se
encontraban en la imposibilidad absoluta de reposarse. Totalmente agotados por
las marchas incesantes, a veces hacían un alto a la caída de la noche, su
reposo era de poca duración, a penas los fuegos eran alumbrados que la fusilada
empezaba, tenían dos soluciones, aceptar el combate o reprender la marcha.
Los numerosos prisioneros hechos durante esta desastrosa retirada, nos
informaron preciosamente sobre la moral de sus compañeros y la eficacidad de
nuestros ataques, todos confesaban que nuestros cosacos sembraban en las líneas
alemanas un indecible espanto.
Las horribles heridas que causan sus sables, son el terror de sus
enemigos. Yo mismo he visto varios soldados alemanes a los cuales el brazo les
había sido limpiamente cortado, como si hubiese sido una imputación. Han traído
delante mio a un uhlan, el cual la mandíbula le colgaba, no se tenía que por un
tendón violeta.
Radom ha sido ocupada tres veces por los austro-alemanes, ella no es muy
grande, rapidamente se hacen amistades y nos proporcionan interesantes
informaciones sobre la ocupación enemiga. En su marcha hacia adelante, los
alemanes habían capturado un gran número de nuestros soldados, los llevaron con
ellos a Radom y aquí les hicieron padecer, bajo los ojos de los rusos
indignados, tratamientos inhumanos, los dejaban sin comida, aparcados en un
campo a las puertas de la ciudad, expuestos a la piedad de los habitantes
caritativos que les llevaban a escondidas un trozo de pan como limosna…. Un soldado
ruso herido que no podía andar, lo mataron a sangre fría en la carretera de Varsovia,
por el guardián que lo conducía. Por tanto, cuando los alemanes entraron en
Radom, fijaron sobre los muros de la ciudad una proclamación dirigida a los
soldados rusos invitándolos a rendirse en masa, prometiéndoles la más feliz, el
más dulce cautiverio!.....
Naturalmente los invasores no han faltado, como en todas partes, el
pillaje, los robos, el saqueo. Es el 27 de octubre, hacia las 4 de la tarde,
que todos esos saqueadores fuero por fin obligados de dejar la ciudad, al día
siguiente, al medio día, una patrulla de cosacos hacía su aparición, a la misma
hora los convoyes alemanes retardados, dejaban Radom por la calzada de
Varsovia, los cosacos se apoderaron de varios automóviles, numerosos carros de
suministración y una cantidad considerable de víveres.
LA RESISTENCIA DE IVANGOROD
Varsovia, 15 de noviembre
He vuelto a Radom pasando por la fortaleza desde ahora celebre de
Ivangorod, es aquí que los alemanes, en su marcha hacia Varsovia, intentaron
pasar el Vistule.
….. El 9 de octubre, durante la noche,
empezaron el ataque de los fuertes avanzados, que subieron un fuego
extremamente encarnizado. La artillería de la fortaleza respondió
vigorosamente, el duelo se prolongó así hasta el 13 de octubre.
En esta fecha la guarnición intento una salida, ella fue victoriosa, los
alemanes obligados a replegarse, volvieron al ataque al día siguiente y los
días siguientes hasta el 21 de octubre. Durante este tiempo, nuestros ejércitos
preparaban detrás el Vistule una irresistible ofensiva, el cuerpo de ingenieros
trabajaba sin descanso a construir puentes con barcazas para atravesar el río.
El 21 de octubre, en fin, el ataque se lanza y los alemanes sorprendidos, de
seguida baten en retirada. El 30, nuestras tropas victoriosas empezaban, sobre
la otra orilla del Vistule la persecución del enemigo.
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