Centenario de la primera guerra mundial 1014
Semana del 12 al 19 de septiembre del 1914
La guerra
Victoria franco-inglesa y victoria rusa
EL GENERAL GALLIÉNI
Gobernador militar y comandante de los ejércitos de París
Se ha buscado vanamente a calificar en
una palabra el carácter de este jefe. Él sin quererlo, se ha exactamente
descrito:<<Hasta el final>>, ha dicho, y esto podría ser su divisa
y es su psicología. Mientras que otros, que no tenían nada que decir, se
esforzaban a disertar, el general Galliéni, que debería hablar, no ha proferido
que algunas frases. Lo habían encargado de defender París, él anuncia
simplemente a los parisinos, que el aguantaría hasta el final. No hay mejor
literatura, ni más bella. Es la de un hombre de acción, la sola que la Francia
quiere entender en ese momento. El soldado de Senegal, Sudan, Indo-China y
Madagascar, que por todo demuestra que no solamente él era un conductor de hombres, sino que también un
organizador, a la vez audaz y ordenado, acordándose, en esos instantes trágicos
de su juventud entristecedora. Joven subteniente, el conoció las angustias de
Sudan y la cautividad en Alemania. Escuchando por fin sonar la hora bendita de
la revancha, él ha demore calma y solamente se ha propuesto de cumplir su deber
hasta el final. El general Galliéni nos ha dado una lección de estoicismo elegante y
discreto
Después del seis de
septiembre, la situación militar francesa se ha transformado completamente, los
ejércitos que se habían retirado progresivamente delante de la acción violenta
de los alemanes, han, en el momento escogido, ordenado por su jefe el general
Joffre, reanudar la ofensiva sobre toda la línea. La retirada del 23º cuerpo
alemán (más de un millón de hombres), perseguidos por las tropas francesas y
británicas, con un número casi lo mismo de enorme, es generalizada. Es por el
ala derecha alemana (ejército del general von Kluck), entre Meaux y Château-Thierry,
que ese movimiento de retroceso ha empezado delante de los ataques enérgicos de
las tropas franco-inglesas. El 10 estaban de 60 a 75 kilómetros ; el 11
tomando toda la apariencia de una espantada que llevo a que esta ala alemana
retrocediera hasta 100
kilómetros y llegara hasta el Aisne, el cual han
franqueado los franceses en su persecución. Hacia el Este, este retroceso se ha
comunicado a la Guardia prusiana que ha sido rechazada al Norte de la Marne y
han ganado el centro que, desesperadamente, ensayan de romper las filas
francesas cerca de Vitry-le-François. Esta ciudad, en la que los alemanes
habían instalado el cuartel general de su VIII cuerpo y se habían fortificado,
ha debido ser evacuado en el más grande desorden. Su extrema derecha, ella
misma, ha cedido en el Sur del Argonne donde, después de los últimos informes
recibidos, el ejército del kronprinz quedaría sólo enganchado, sin una línea de
retirada asegurada.
Esta batalla que ya
dura una semana, o más bien este conjunto de batallas que probablemente
conservara en la historia el nombre de la batalla de la Marne, ha aportado
buenos resultados para las tropas francesas, no solamente sobre todo el frente,
desde el Oise hasta el Argonne, pero también al Oeste y al Este.
De un lado los
alemanes han tenido que evacuar Amiens; del otro Lunéville, que los franceses
han recuperado, lo mismo que Raon-l’Etape, Baccarat, Saint-Dié, Pont-à-Mousson
llegando hasta la frontera.
Es una gran
victoria, una “victoria incontestable” según los términos empleados por el
general Joffre en su orden del día.
Los marroquíes y el botín: Registrando en los
equipamientos y equipajes abandonados por el enemigo
En otra orden del
día, la que precedió a la formidable lucha, el comandante en jefe había dicho:
<<En el momento en que empieza una batalla de la que
depende la salud del país, la importante llamada en
todo momento, no es la de mirar hacia atrás, todos los
esfuerzos deben estar empleados en el ataque y hacer retroceder al enemigo. Una
tropa que no puede avanzar deberá, cueste lo que cueste, guardar el terreno
conquistado y hacerse matar sobre la plaza antes que retroceder…>>.
Casi en el mismo
tiempo, el 7 de septiembre, el general comandante del VIIIº cuerpo alemán,
dirigía de su lado a sus tropas
exhortaciones no menos solemnes:
<<Mañana la totalidad de las fuerzas del ejército
alemán, lo mismo que todas las de nuestro cuerpo de ejército, deberán estar
comprometidas sobre toda la línea que va de París a Verdun para salvar el
bienestar y el honor de la Alemania. Yo espero que cada oficial y soldado a
pesar de los combates duros y heroicos de estos últimos días, cumplan su deber
completamente y hasta el último suspiro. Todo depende del resultado de la
jornada de mañana>>.
Los comandantes
atribuyen el mismo resultado de la batalla de la Marne.
¿Ella es definitiva? Aún no. Un nuevo y gran esfuerzo les va
ha ser pedido a los soldados ya cansados.
Un punto definitivamente
adquirido, es que los ejércitos alemanes, después de haberse acercado tan cerca
de París, no pidieron tentar nada contra la capital, la cual sus defensas,
desde el principio de la guerra han sido considerablemente reforzadas y el
nuevo gobernador, el general Galliéni, se ha mostrado decidido llegar hasta el
final. Un ataque brusco sobre el frente no es posible. En cuanto a un ataque
regular, no podría ser realizado que en quitando varios cuerpos de ejército
sobre las tropas que ante todo tienen que luchar contra el general Joffre. Ya
que estos cuerpos de ejército, están hoy en día en plena retirada.
Un ambulatorio instalado por los alemanes en una
iglesia de Naufmoutiers y abandonada en su huida
En Bélgica, las
tropas alemanas, han intentado ataques contra Amberes: Hacia Melines
primeramente y después hacia Termonde, en donde ellas habían sorprendido a los
belgas mucho más inferiores en número, pero que han recibido refuerzos y los
han rechazado. Un ensayo de bombardeo de los fuertes de Amberes, no ha sido más
eficaz.
Se comprende el
deseo de los alemanes de reducir rápidamente Amberes, lo mismo que al ejército
belga que se encuentra sobre el costado de su línea de comunicaciones y que ya
ha reanudado con algunos sucesos la ofensiva hasta más allá de Louvain, hacia
Bruselas.
La situación no es
mejor del lado de Rusia. Se encuentra estacionada en Prusia oriental, en donde
los alemanes han llevado importantes refuerzos sacados de las tropas que
combatían contra los franceses, los cuerpos alemanes que habían penetrado en la
Polonia rusa hasta las cercanías de Lublin, han sido enérgicamente rechazadas y
se baten en retirada. Los austriacos que en el Sur defendían la Galitzia,
después de haber sido aplastados en las cercanías de Lemberg, se habían
retirado hasta una línea que va de Rawa-
Ruska a Driester. Han luchado desesperadamente, pero en
vano, contra los ataques encarnizados de los rusos.
Telegramas
oficiales del cuartel general de los ejércitos del Zar, trasmitidos desde
Petrogrado, anuncian que, del 10 al 12 de septiembre, las tropas rusas han
cogido 94 cañones y hecho 30.000 prisioneros. La gran batalla de Galitzia, en
la cual dos millones de hombres (como en la batalla de la Marne) tomaron parte
y que ha durado 17 días, terminó con la victoria completa de los aliados.
En el Sur de
Austria, no debemos olvidar a los serbios y montenegrinos que en la cruzada
general entre los dos imperios germánicos, juegan un papel que esta lejos de
ser sin importancia. Las tropas serbias atraviesan el Save, han penetrado en Hungría
por cuatro puntos: Semlin, enfrente de Belgrado; Obrenovatz, Chavayz y
Mitrovitza. Han invadido el territorio bosnio en Lonitza y Vichegrand. Todos
estos movimientos están dirigidos hacia Sarajevo, capital de Bosnia, también se
combinan con la ofensiva de las tropas montenegrinas que ya ocupan Fotcha sobre
el río Drina.
De otra parte, los
montenegrinos invaden solos la Herzegovina, país fuertemente ligado a
Montenegro por sus tradiciones nacionales.
¿Cómo no se puede estar lleno de esperanza en el resultado
final? Los dos imperios alemanes rodeados, no pudiendo salvarse que por una
derrota rápida y aplastante de los franceses, derrota que les hubiese permitido
volverse contra los otros adversarios. Pero he aquí, que contrariamente las
tropas francesas victoriosas rechazan al invasor que actualmente ha puesto en
línea todas sus fuerzas, mientras que nuevas tropas inglesas, indias,
canadienses y egipcias van a unirse a los franceses.
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