Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919
Semana del 5 al 14 de septiembre
El aprovisionamiento de París en ganado
vivo
Todos los parisinos
han constatado que después de una penuria muy ligera durante los primeros días
de la movilización, el suministro de la capital, no ha vuelto a tener su curso
normal, se puede afirmar que, si los precios de la carne se han mantenido, los
de los otros productos fueran tan raramente bajos.
¿París puede ser
investido completamente?
Esta eventualidad
parece ser poco probable, estado dado el estado del ejército francés y de la
extensión del perímetro jalonado por los fuertes muy destacados. Pero si el
hecho se produjera, la población parisina estaría asegurada de poder soportar
un largo sitio sin tener que temer a días de escasez y hambre. Apenas fue
decretada la movilización, se pusieron, en efecto a preocuparse de cualquier
eventualidad. Los diversos hipódromos han sido requisados y transformados en
parques de ganado. Longchamp contendría 7.000 cabezas de ganado; Thippodrome de
Auteuil, el Polo, el césped de Bagatelle, recibirán igualmente un gran
contingente; el cercado del tiro al pichón está reservado a las ovejas.
Montañas de forraje se levantan en los claros del Bois, todo esta severamente
guardado por la tropa. Estos opulentos rebaños delante de las tribunas de
pesaje, para adornar la tristeza de la guerra, dan más bien la impresión de
riqueza pacífica que se encuentra en tantos puntos de las bellas planicies de
Francia.
El Cónclave
A pesar de los
acontecimientos trágicos que desolan Europa, el Cónclave se abrió el lunes 31
de agosto, quiere decir, en el plazo tradicional de los diez días que siguen a
la muerte del Papa. El gobierno italiano, con un perfecto tacto, ha garantizado
a los cardinales la más completa libertad y, siguiendo el uso de los
carabineros, monta la guardia a caballo alrededor del Vaticano en donde el
Sacro-Colegio se encuentra prisionero por unos días.
Salvo la gran
entrada, que los solos que poseen las llaves son, el Camarlengo y el mariscal
del Cónclave, todas las puertas han sido selladas; además, han cubierto con
toldos las ventanas que iluminan las celdas de los cardinales y los
alojamientos de su suite. Ya que los príncipes de la iglesia no están solos,
con ellos han encerrado a sus secretarios y conclavistas, los nobles guardias
encargados del servicio interior del Palacio, los prelados agregados a diversos
oficios y el personal de servicio. Estos emparedados, no tienen comunicación
con el exterior que por cuatro torres utilizadas para hacerles llegar su
correspondencia, y, después del último Cónclave, sus diarios.
Es en la capilla Sixtina,
especialmente acondicionada, que se tienen las sesiones del voto siguiendo un
ceremonial varias veces secular, del cual voy a recordar las grandes líneas:
Encima del altar, adornado con paños rojos, un baldaquino de terciopelo violeta
realzado de oro, abriga una tapicería dicha del Santo Espíritu que se destaca sobre
la fresca del Juicio final. Al contorno de la capilla, los cardinales están
sentados sobre pequeños doseles, cada uno teniendo delante de él una mesa con
todo lo necesario para escribir y una bujía encendida para sellar con su sello
el boletín.
Un boletín de voto en el Cónclave
Este boletín es
doble, de manera a poder hacerlo servir igualmente para el escrutinio normal y
para el acceso al cual se recurre cuando la elección tarda y se alarga. En este
caso, cada cardinal declara o bien no acceder a nadie, o bien asociarse a un
candidato diferente de ese por el cual el ha votado antes y que ha obtenido
precedentemente un numero de sufragios. Se adicionan los votos así recogidos
con el escrutinio
ordinario, y, si un cardinal obtiene los dos tercios, es
proclamado papa. El nombre del cardenal está inscrito en el centro del boletín,
entre el nombre del votante y una divisa (signa)
personal y el papel está depositado en un cáliz después de haber sido doblado
de manera que la banda mediana sea la sola que quede visible.
Documentos e información de la semana
Trenes sanitarios permanentes
Los trasportes de
evacuación de los heridos de guerra, se hace por medio de trenes sanitarios
permanentes o improvisados para los heridos graves, cuyo trasporte necesita
muchos cuidados y miramientos y trenes ordinarios para los enfermos y heridos
menos graves los cuales permiten de estar sentados.
Los trenes
sanitarios permanentes, los solos de los cuales me ocupare esta vez, han sido
organizados durante el tiempo de paz. Las instalaciones ha sido el objeto de
numerosos y profundos estudios de la parte del servicio de salud del ejército,
lo que permite la evacuación de heridos graves en las mejores condiciones de
higiene y confort.
LOS TRENES SANITARIOS PARA EL TRANSPORTE DE HERIDOS
En la parte de arriba, el ante cocina y la cocina. En
el centro el conjunto de vagones. En la parte de abajo; a la izquierda la
estancia del médico-mayor y del farmacéutico-mayor: A la derecha uno de los
vagones para 8 heridos.
Estos trenes
constituyen verdaderos hospitales sobre ruedas. Cada una comprende 23 vagones.
Un vagón es especialmente reservado a la cirugía (instrumentos, objetos,
compresas, vendas, aparatos para fracturas, etc.), la farmacia, la lencería y
lavandería. 16 vagones están consagrados a los heridos con 8 camas por vagón, o
sea un total de 128 heridos por tren. Un vagón esta reservado a los oficiales,
para cuatro; un médico mayor, médico jefe del tren, un médico ayudante-mayor,
un farmacéutico mayor, un oficial de administración afectado al tren como
gestionario. Otro vagón esta destinado a los enfermeros (28 y comprendidos los
graduados). 3 vagones están reservados a la cocina, la despensa y a las
provisiones, estos vagones están particularmente bien acondicionados, nada ha
estado descuidado para que la preparación de los alimentos pueda ser tan
perfecta que posible para los hombres heridos y enfermos, un cocinero de oficio
asistido por dos ayudantes, los tres están previstos en el personal. El vagón
23 sirve para depositar los residuos y el combustible. Todos los vagones
comunican entre ellos por plataformas que permiten al personal de circular de
una punta a la otra del tren.
Se puede apreciar
por este corto resumen el servicio de salud del ejército francés para asegurar
en las mejores condiciones la evacuación de heridos y enfermos.
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