Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919
Semana del 3 al 9 de octubre del 1914
El general Joffre
Comandante en jefe de los ejércitos
<Para estar listos, hay que
tener por adelantado, orientación con método y tenacidad de todos los recursos
del país, toda la inteligencia de sus hijos, toda su energía moral hacia un
objetivo único: La victoria. Hay que tener todo organizado, todo previsto. Una
vez que las hostilidades han empezado, ninguna improvisación será posible. Lo
que faltará en ese momento, faltará definitivamente. Y la mínima laguna puede
causar un desastre>.
El hombre que menos de un año antes del
formidable conflicto, se exprimía así, hablando con el corazón abierto a
camaradas, en una asamblea de politécnicos –de élite- era el mismo a quien le
incumbe la pesada tarea de preparar una guerra que a su sensatez,
discernimiento, creencia, sabio ineluctable; el jefe de estado mayor, general
del ejército francés, el general Joffre. Así se puede estar por bien asegurados
que, por lo que depende de él, ninguna de las medidas de defensa y salud que
había previsto su lúcido espíritu, no fue olvidado ni descuidado.
Ahora, este organizador, actualmente aquí
está cara a cara con la gigantesca labor, labor casi sobrehumana que él había
previsto desde hacía mucho tiempo, por la que él ha guardado todos sus recursos
intelectuales y vigilado a conservar todo su vigor físico. He aquí el general
jefe de los ejércitos franceses, en
presencia del más terrible de sus enemigos, igualmente fuerte,
igualmente preparado para la lucha implacable –tan seguro de él que la ha
desencadenado-,
Otros dirán con autoridad las cualidades
eminentes que le fueron necesarias emplear al general Joffre en la primera
parte de la campaña de esta sabia retirada que trajo al enemigo hasta el sitio
deseado, testigo fue sus primeros revés y el cambio de frente de la equitativa
Fortuna. Hasta ahora, se admira su sangre fría, ponderación, su constancia,
virtudes militares que evocan, en las memorias fieles de los viejos recuerdos
clásicos, la figura de sabiduría y fría adversario de Aníbal, Fabius el
Temporizador.
Por fin ha sonado la hora en la cual él
tiene la ventaja. Va a tomar la ofensiva. Así, repentinamente, se dirige en una
actitud, en la que mejor lo encontramos, más parecido a él mismo, sus amigos,
sus fieles, los que lo conocen y lo admiran de toda la vida. Antes de la
acción, él habla a sus soldados. Les dicta el deber que, en adelante, les va ha
imponer hasta el cumplimiento de la suprema tarea, hasta el suceso definitivo.
<<En este momento, él les
dice, en donde se inicia una batalla, de la cual depende la salud del país, es
importante recordaros a todos, que el tiempo no está para mirar hacia atrás;
todos los esfuerzos deben ser empleados para atacar……Una tropa que no puede
avanzar deberá, cueste lo que cueste, guardar el terreno conquistado y hacerse
matar antes que retroceder>>.
Pero que campo inaudito, terrible también,
se abre ahora delante de esta actividad, delante de esta inteligencia y que
responsabilidades en presencia de las cuales un alma de temple mediano se
sentiría desfallecer.
Millones de hombres enganchados, tanto de
una parte como de la otra, asaltantes y defensores, una batalla enganchada
sobre kilómetros y kilómetros, y, que hay que seguir de hora en hora, seguirla
y conducirla, reforzando tal punto débil, sacar un contingente superfluo de
este otro, determinar aquí o allá un empujón decisivo que les arrebatará la
posición caramente conquistada;……Esto y tantas otras preocupaciones, suministro
en municiones y víveres, alta dirección de todos los convoyes…..tantos detalles
en, fin, que no le vienen ni siquiera al espíritu del profano. No, jamás nos
podremos imaginar la fiebre que debe reinar, de un amanecer al otro, en las
oficinas improvisadas en donde se maniobran las piezas vivientes del formidable
tablero de ajedrez, ni la agobiante labor, ni la elucidad de espíritu, un los
recursos de energía intelectual y física que puede exigir de el que la asume
tan pesado y glorioso papel.
Metódicamente él le planta cara, sometido
por su propia voluntad a una severa higiene moral y corporal. De pie al
amanecer, el generalísimo toma a las 6 su ruda labor. A las diez cada noche, se
acuesta por obligación.
La guerra
De la Somme
a los Karpates
La batalla se ha proseguido toda la semana,
desde el Somme al Mosa, ha habido dos calmas, una vez sobre un ponto, la otra
sobre el otro punto, avances por aquí, retrocesos por allá, en general los
franceses siguen progresando, sobre todo al Norte-Oeste en donde la lucha es
más ardiente.
Al principio de la batalla del Aisne, los
frentes de los dos ejércitos, ocupaban dos líneas paralelas entre ellas,
orientadas siguiendo la
dirección Soissons-Reims-Verdun. Actualmente, el ala izquierda francesa, por un
avance regular, han rechazado, hacia el Norte-Este, el ala derecha alemana.
Es así, que en esta verdadera lucha de sitio
empezada desde hace veinte días por los soldados franceses, contra un enemigo
fuertemente atrincherado, esta batalla a propósito de la cual nos recuerda la
de Moukden –que supera ya en tiempo- avanzan lentamente.
Es la máxima de un capitán alemán, del gran
Federico, que decía “vencer, es avanzar”.
Sólidamente apoyadas por el campo
atrincherado de Amberes, las tropas belgas hostigan sin descanso al enemigo y le
disputan enérgicamente el terreno que él ocupa. Los alemanes han intentado una
diversión sobre Shooten, al Norte-Este de Amberes, han sido rechazados
causándoles pérdidas muy serias. De otra parte el
ejército belga ha obtenido una
gran ventaja cerca de Termonde. Por terminar, ella ha ocupado sobre varios
puntos la vía férrea de Lieja a Halselt, entre Tongres y Bilsen.
Los alemanes previendo la necesidad de
replegarse de Francia, se preparan a la resistencia en territorio belga y
ejecutan importantes trabajos.
En Galitzia, los rusos han obtenido
importantes ventajas.
Dueños de Jaroslav, después de una serie de
combates, uno, el de Sadava-Visznia, que ya dura no menos de siete días, han
continuado su marcha hacia adelante, primero Rzeszov, progresando hacia
Cracovia e intentan, claro está alcanzar lo más pronto posible la Silesia. Han
tomado Khirof y llegado hasta Przemyl, plaza muy fuerte al Sur de Jaloslav que
han investido. Las dos grandes vías férreas que unen el centro del país, una
hacia Cracovia, la otra por Lisko, están en su posesión. Sin duda, Lisko, sobre
el San, ha sido ocupado a su vez. El Mensajero
del ejército ruso anuncia que en la fecha del 28 la Galitzia esta
completamente purgada de fuerzas enemigas que se hunden en los Karpates. Los
rusos han hecho un botín de guerra considerable. Por terminar, Tarnovitz, en
Silesia, ya esta ocupado.
El ejercito ruso del Norte que, bajo el
mando del general Rennenkampf, que había avanzado primeramente en Prusia
oriental, obligando a la Alemania de traer una parte de las tropas que luchaba
contra los franceses, por terminar se había replegado en una retirada
admirable, hacia las regiones de Kovno y Grodno. Ha tomado la ofensiva, ha
detenido a los rusos y los persigue actualmente en los bosques de Augustov, a
la altura de Lyck. Otro ejército rodea progresivamente Koenigsberg.
La actividad de los serbios y montenegrinos
no se detiene tampoco. Combates tan largos y vivos que los que libran las demás
fuerzas se desarrollan en el frente Mitrovitza-Zvornik-Lioubovia. La última
noticia que llega de Serbia, es que los aliados han llegado delante de Sarajevo
y ocupan el macizo de la Rumanía que domina la capital de Bosnia.
En el mar, la Inglaterra, desgraciadamente
ha tenido que deplorar la pérdida de tras cruceros Aboukir, Hogue y Cressy,
hundidos por submarinos alemanes en el mar del Norte.
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