Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919
Semana del 29 de agosto al 4 de septiembre
Documentos e información de la semana
Mucha gente tiene
pena y se comprende a imaginar que el interior de un campo atrincherado, se
pueda encontrar en poder del enemigo, mientras que la muralla de continuación
que forman los fuertes ha quedado entre las manos de los asediados. Esto parece
una situación un poco paradójica, pero que tiene en el fondo nada de muy
sorprendente. Se puede decir que estaba prescrito.-
“He aquí, en efecto, lo que, por una especie de adivinanza
extremamente curiosa, el coronel Rouquerol escribió hace dos o tres años en un
estudio sobre la Guerra de sitio
publicado en el diario Journal des
saciences militaires:
La mayor parte de
las plazas fuertes, poseen cuerpos de sitio provistos de una antigua muralla
constituida. Estas murallas son, sin ninguna duda incapaz de resistir a un
ataque de un parque de sitio moderno, no obstante, ellas son muy precisas y se
tendría el más grande fallo de suprimirlas bajo pretexto que las líneas de
defensa están alejadas de la plaza. Ellas representan, en efecto la seguridad de
los órganos vitales de la defensa contra las sorpresas, ataques virulentos,
etc……
“El asaltante, puede
ciertamente atravesar accidentalmente las primeras líneas de defensa con el
favor de algunas circunstancias afortunadas para él y que él sabría explotar
vigorosamente. Esto sería una bella hazaña por una tropa de pequeños
asaltantes, rechazar rápidamente a los ocupantes de los fuertes avanzados de la
defensa y dirigirse sin perder tiempo sobre el cuerpo de plaza, le causar el
desorden, buscar si es necesario a capturar personajes importantes, al mismo
gobernador por ejemplo. Nada de esto es posible con las antiguas murallas
continuas que constituyen obstáculos de gran valor contra las tropas que deben
actuar en un tiempo relativamente corto. Es suficiente cerrar las puertas para
asegurar la seguridad.
El coronel
Rouquerol, como se ve, había muy exactamente predicho hace dos o tres años los
acontecimientos que acaban de practicarse en Lieja. Esta plaza estando bien
equivocadamente desprovista de muralla continua, un audaz raid alemán ha podido
penetrar y ha faltado poco para raptar al gobernador y se han mantenido por
algún tiempo en el corazón mismo de la ciudad. Pero ha podido ser desalojado,
no por mucho tiempo, un nuevo ataque, más numeroso y más hábilmente llevado, ha
tenido un resultado más durable y desde este ataque, los alemanes son dueños de
la ciudad propiamente dicho, lo que les da el mando de la plaza y la situación
de los fuertes que la rodean mucho más fáciles de conquistar.
Los fuertes resisten
aún, pero sus comunicaciones están singularmente interrumpidas y sus
guarniciones no pueden establecer entre ellas el contacto que les aseguraría un
único mando. La defensa también esta paralizada en una cierta medida. Nada de
esto se hubiese producido si el núcleo central de la ciudad de Lieja hubiese
estado rodeado de una cualquier muralla. Un simple muro de otorgamiento hubiese
bastado para proteger la ciudad contra las tropas alemanas.
Trieste y Pola
Austria no posee en
el Adriático que dos puertos realmente importantes: Trieste, puerto mercante y
Pola, puerto militar.
Trieste está
situado en el extremo Norte del lado oriental, más o menos enfrente de Venecia.
Es una ciudad sin gran carácter, comprende un población de de 220. 000 habitantes
de los cuales 75% de italianos, 19% de eslavos y 5% de alemanes.
El comercio
exterior alcanza 600 millones a las importaciones y 500 millones a las
exportaciones. En 1911, el movimiento del puerto se ha cifrado por 12.000
navíos con capacidad de 4.300.000 de toneladas.
El movimiento sigue
una progresión constante y la abertura en 1909 de la línea de Tavern, que une
directamente Trieste a Salzboug por Gastein, ha puesto a la Austria en
excelente posición para quitarle a
Génova una parte de su comercio con la Alemania.
Por terminar, es en
Trieste que se han establecido los astilleros y la sede social de la poderosa
compañía de transportes marítimos la Lloyd.
Pola esta situada a
una centena de kilómetros al Sur de Trieste, en una bahía que constituye para
la flota militar austriaca un abrigo de acceso difícil y protegida por obras
fortificadas.
El puerto se
encuentra aproximadamente a 4 kilómetros de la entrada de la bahía, no
tiene más de 800 metros
de largo. De este lado de la goleta, las dos pequeñas islas la Santa Cristina y
Santa Andrea defienden aún muy seriamente su acercamiento. La población de la
ciudad no pasa mucho de los 35.000 habitantes.
Las distancias entre ciudades y entre
fronteras y ciudades
Si la frontera rusa
esta lejos de París, la distancia que la separa de Berlín es mucho más
inferior, un ejército numeroso y bien organizado llegaría sin gran esfuerzo. Es
el frente polonés que se encuentra al más cerca de la capital prusiana; desde
Thorn, estación fronteriza alemana sobre la línea de Varsovia a Berlín se
encuentra a unos 380
kilómetros de vía férrea por Posen y Francfort
–sur-Oder. Es menos que la distancia de París a Auricour, frontera de Lorena (410 Km .). Entre Posen,
capital de la Polonia alemana y Berlín, no hay nada más que 260 kilómetros .
La frontera lituana,
está aún más lejana: De Eydtkuhnen a Berlín por Koenigsberg, hay 743 kilómetros . Las
tropas rusas ya se han avanzado 62 kilómetros . Los aliados penetran en la gran
vía de San Petersburgo a Berlín todo indicado para lanzar en territorio enemigo
las tropas concentradas en San Petersburgo. Parece probable que esta acción del
ejército del Norte estará a poyada por otros ejércitos entrando directamente en
Alemania por la frontera polonesa.
Si ahora miramos
del lado de Austria, vemos que hay 393 kilómetros de
vía férrea entre Viena y Granitsa, estación fronteriza rusa al Norte de
Cracovia.
En cuanto a la
capital húngara, ella se encuentra aproximadamente a 600 kilómetros de la
frontera rusa.
Dinant y el río Mosa
El 15 de agosto, al
puntar el día, los alemanes llegaron delante de Dinant por la orilla derecha
del Mosa. Después de los intercambios de de algunos cañonazos con las piezas
del viejo fuerte de Bouvignes, su infantería consigue penetrar en Dinant y a
ocupar la vieja ciudadela. Pero las tropas francesas empiezan allegar a las 6 h
15. Bajo el fuego terriblemente preciso de las baterías francesas, los alemanes
fueron desalojados de Dinant. A las 11 los alemanes construyen un puente a unos
1,500 metros
más arriba de la ciudad. Cuando su infantería se encontraba sobre el puente,
una batería francesa establecida más abajo, hacia Houx, lo inunda con su fuego
de artillería. Una tentativa de despliegue sobre la orilla derecha, no ha
tenido éxito. Entonces los alemanes envían un destacamento hacia el puente de
Houx a 4 kilómetros
más debajo de Dinant. La artillería francesa que se desplaza de manera que
puede perseguir a esta tropa, le inflige importantes pérdidas y le impide
franquear el puente.
Durante esta
tentativa, el grueso de las fuerzas alemanas, realiza un nuevo intento sobre
Dinant. Era aproximadamente las 3 de la tarde. La infantería alemana desaloja
de las alturas de la ciudadela a 500 infantes, pero su progreso ya a sido
detenido por la artillería francesa que entabla al mismo tiempo un violento
combate con la artillería adversa, que está en batería sobre la orilla derecha.
Hacia las 6 h. 30 de la tarde, un ataque francés desaloja completamente a los
alemanes de Dinant. Su artillería dominada por la francesa a cesado el fuego y
no protege la retira que se efectúa en desorden hasta Ciney y Assesse a 15 kilómetros al este
de Dinant.
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