miércoles, 30 de julio de 2014

Centenario de la primera guerra mundial 1914 -1919

Semana del 10 al 16 de octubre del 1914

HECHOS DE GUERRA

Entrada del ejército serbio en Semlin, la ciudad húngara en el afluente del Danubio y la Save, enfrente de Belgrado, capital de la Serbia en donde los ejércitos austro-húngaros jamás han logrado conquistar

En los Balcanes

   Los serbios y los montenegrinos, no quedan inactivos. En el mismo tiempo que los austriacos, contenidos en el Danubio y el Save, han llegado a abandonar su grotesco bombardeo sobre Belgrado, os dos pequeños reinos aliadas penetran audazmente en Bosnia y Herzegovina, su dominio de mañana, Sarajevo, capital de la Bosnia, rodeada por ellos, no tardara en caer.

PRISIONEROS DE GUERRA ALEMANES

Un millar de soldados de todos los ejércitos, capturados por los ingleses

Obuses y Shrapnells alemanes

   El último informe del general French me ha proporcionado detalles pintorescos sobre los efectos de la artillería alemana, y, principalmente sobre los howitzers pesados de campaña, que lanzan los obuses de un diámetro de 21 centímetros. Estos enormes proyectiles hacen más ruido que daño dice el comunicado. Ellos no son peligrosos que para las personas o los objetos situados en su “esfera de contacto”. Explotan cuando tocan el suelo con un estruendo terrorífico, y cavan una especie de cráter, lo suficientemente basto para poder enterrar cinco caballos. Pero sus fragmentos hacen un haz de fragmentos en una sola dirección en vez de ser proyectados en todos los sentidos como los obuses del 75 francés, si bien que oficiales franceses han podido contar que estos proyectiles, cayendo a menos de dos metros de distancia, no tenían otros resultados que los de cubrirlos de polvo. En el momento de la explosión el proyectil despide un espeso humo negro que afecta la forma de una columna o de un ramo, de dende el apodo que le han descernado las tropas inglesas: coal-boxe (caja de carbón) Jack-Johnson (en recuerdo del Champion negro), Black-Maria (la María negra).
   Como lo ha constatado el general French, los alemanes parece ser que cuentan sobre la desmoralización que esos proyectiles deberían producir sobre nuestras tropas, tanto por el estruendo de la explosión, que por los chiflidos sinistros que acompañan su trayectoria. Sus obuses  de 21, no han tenido otro resultado que el de enriquecer el argot de “Tommy Atkin”.
   

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