miércoles, 18 de junio de 2014

Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919

Semana del 15 al 21 de agosto

   Pero la proporción de la carnicería es poca cosa al lado del resultado obtenido en general. Aparece claramente que la brillante acción belga hizo abortar un proyecte de una raid colosal de las fuerzas del Kaiser sobre la frontera francesa contra Reims y mismo París como objetivo. Ya que se ha constatado que los 3 cuerpos de ejército alemán que estuvieron en disputa con la 3ª división belga, estaban muy pobres en víveres y municiones sin haber estado cortados con las comunicaciones de su base de aprovisionamiento. No se llega a suponer, que una potencia, que ha premeditado desde algún tiempo esta guerra abominable, haya descuidado sus preocupaciones a tal punto que su vanguardia de 125.000 hombres, se encontrara al término de tres días con escasez de pan y cartuchos. Hay que admitir que los 3 primeros cuerpos de invasión, habían sido cargados lo más ligeramente posible, con la misión de atravesar la Bélgica en ráfaga para sorprender y alarmar la población francesa.
    La admirable conducta de la 3ª división belga, ha sido altamente recompensada con la cruz de la Legión de Honor de la ciudad de Lieja, no ha solamente impedido el raid de las vanguardias teutonas hacia Francia, sino que ella ha permitido a un centenar de mil hombres del ejército de campaña belga de formarse completamente, ocupar las mejores posiciones a través de la ruta visada por el enemigo y espera su confluencia con imponentes masas francesas, levantando de esta manera, entre la frontera francesa y la de Prusia, una barrera que a simple vista parece infranqueable, mismo si sus primeros revés en Lieja y el primer suceso brillante de los franceses en Altkirch, no afectaron profundamente la moral de un ejercito incontestablemente corajoso y resistente.
Vista panorámica de Lieja y sus fuertes

   La moral!..... Nada ha mejor demostrado en estos preliminares de una guerra tan monstruosa, el enorme papel que él juega en esta lucha! Es la iniquidad de la agresión alemana, el precio anunciado por el Kaiser, tanto por letra como por el espíritu de los tratados, la mala fe y la duplicidad de sus procedimientos, la ferocidad de los actos dictados a sus tropas, la evidencia de la larga meditación de su crimen por un sistema de bellaquería y espionaje que había poblado por adelantado de enemigos disfrazados en comerciantes, banqueros, representantes, armadores…..Es esta verdadera aplicación de los métodos de apache, que van hasta una tentativa de asesinato contra el general Leman, el heroico defensor de Lieja que sublevado a los
belgas, lo mismo que al resto del mundo, en lo más profundo de sus conciencias, les ha inspirado bruscamente el irresistible impulso contra el cual han venido a romperse las primeras hordas de los nuevos bárbaros.

El ataque “a la Sauer” y los errores de este método alemán

    El método de ataque que los alemanes han empleado contra la plaza de Lieja, es debido al general von Sauer.
   El ataque a la Sauer, no es otra cosa que un ataque brusco. El asaltante primero estudia la plaza lo mejor posible con sus medios de reconocimiento, que viene a completar la información obtenida en tiempo de paz, de esta manera puede rechazar, y obligar al defensor recular hasta detrás de la línea de los fuertes. Para esto empieza por bombardear enérgicamente con su artillería de campaña y las piezas de parque ligeras de sitio, las posiciones avanzadas instaladas delante de los fuertes, él opera, tanto o más que posible por todos lados a la vez, de forma a dejar las defensas en la indecisión, y, cuando el adversario esta quebrantado, él da la orden de asalto con extremo vigor. Hace que las tropas de la defensa se retiren al interior de sus fuertes, durante la noche él hace instalar sus piezas de sitio a unos 2 kilómetros de las obras que él quiere atacar y abre el fuego por la mañana con sus piezas y ayudado por la artillería de campaña. Toda esta artillería inunda los fuertes y las baterías enemigas de “shrapnells” y obuses de manera a aniquilar la artillería de la defensa matando a sus sirvientes y diezmando la guarnición.
   En el momento en que el fuego del asediado a sido apagado, se termina obligando a las tropas a retirarse hacia atrás, hasta la línea de los fuertes atacados, se busca la manera de atravesar esta línea y se lanzan para tomar por asalto uno o dos de estos fuertes. Lo consiguen, no haciendo una brecha, lo que llevaría mucho tiempo, sino, aprovechando de que estas obras son reducidas al silencio para invadirlas por medio de escaleras de asalto o pasarelas de asalto puestas a través de las fosas. Después avanzan derecho a la muralla principal “si ella existe” y se aprovechan del desorden de los defensores para apoderarse del nódulo central y coger del revés las obras de las otras plazas.
   En Francia siempre se ha pensado que este método, todo un “bluff”, no puede funcionar que contra obras mediocres, mal preparadas, ocupadas por tropas sin consistencia mandadas por un gobernador sin energía.
    Los alemanes, al contrario, cuentan desde hace muchos años sobre el suceso de las operaciones de este genero y es que para llevarlas a buen término, que los alemanes han creado desde el 1886 los grupos ligeros de artillería de sitio, destinados a seguir a las tropas de campaña y a conquistar casi al paso ligero los fuertes de detención y las plazas fronterizas. Lo que les ha encorajado mucho en esta vía, son los sucesos increíbles conseguidos en 1870 en los ataques de las plazas francesas. No se han dado cuenta que estos sucesos han sido debidos, casi exclusivamente, a la increíble debilidad que mostraron en esa época, hay que reconocer también, las condiciones de la guarnición y gobernadores de la mayor parte de las plazas atacadas.
    El ejemplo del sitio de Port-Arthur, tendría que haberles abierto los ojos, no han querido tenerlo en cuenta, porque ellos no aprecian a las tropas belgas por su valor: Desprecian demasiado a sus adversarios y no sabían en don iban a meter los pies.
    Una locución popular dice, que cuando uno no mira hacia delante tiene el riesgo de “caer en una boca de gas”. Al parecer es que en Lieja, los alemanes han encontrado su “boca de gas” y el encuentro ha sido mas bien rudo.
    No obstante en Lieja, han aplicado las teorías de Sauer hasta el final y mismo han penetrado en la ciudad que estaba sin razón desprovista de murallas, pero finalmente han sido rechazados dejando enormes pérdidas, lo mismo que se produciría cada ves que el ataque se enfrentara a una plaza sólida, a una buena guarnición o aun gobernador experimentado y enérgico, y, a una población a la que el pánico no venga a oponerse a los esfuerzos de la defensa.

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