lunes, 23 de junio de 2014

Centenario de la primera guerra mundial 1914 - 1919

Semana del 22 al 29 de agosto del 1914

¿Dónde están los autobuses parisinos?

Han sido movilizados y militarizados para el abastecimiento de carne fresca a las tropas francesas

   La desaparición de los autobuses, que ha sido una de las primeras consecuencias de la movilización general, ha desorientado un poco a la población parisina, se puede apreciar en este momento el papel tan enorme que ellos jugaban en la capital.
Vista exterior de un autobús transformado en coche militar para el transporte de carne:                                                          Lo vidrios del autobús han sido sustituidos por placas metálicas

   Los parisinos, no obstante, no deberían quejarse de esta desaparición, ya que los autobuses que ellos deben a la casa Schneider y a su ingeniero el Sr. Brillié, van a jugar un papel sumamente importante en su ejército durante la guerra que viene de empezar, es un papel de primer orden. No es que ellos van a ser destinados al trasporte de personas, al menos de una manera habitual, su empleo no representaría, en efecto en este caso, que una importancia bastante débil, ya que los 1.000 autobuses de la Compañía General de Omnibuses, no podría contener que 35.000 viajeros o sea un máximo de 30.000 hombres armados y equipados. Su papel es más bien de otra manera más importante. Están destinados para asegurar el suministro de carne fresca hasta el frente a todos los cuerpos y compañías de de la tropa.
   El coche para la carne existía mucho antes a que ni se pensara a utilizar a los autobuses. El modelo reglamentario, comporta una carrocería en donde la carne puede quedar suspendida en ganchos como en un almacén de carnicero, en el cual se encuentra convenientemente aireada, gracias a las aberturas equipadas de telas metálicas, lo todo constituyendo una especie de despensa. Pero estos vehículos presentan una continencia muy débil y no podrían desplazarse que muy lentamente, al trote de un tiro de dos caballos. Había que ir a buscar la carne bastante lejos, además, demoraría durante largas horas y la conservación se encontraría la mayoría de las veces comprometida a pesar de las precauciones.

    De otra parte se sabía como hacer para trasportar la carne en buenas condiciones desde los mataderos hasta los puntos de distribución a los cuerpos de la tropa. Para el empleo obligado de la tracción animal, esta está limitada máximo a unos 25 0 30 kilómetros, esta es la distancia que debía separar los diversos puntos en donde a continuación había que desplazar todos los días el matadero, el ganado también había que desplazarlo cerca del matadero y el matadero cerca del frente. Es un trabajo que venia cada vez más penoso y difícil, el personal tenía que cumplir cada día una etapa maratoniana antes de empezar el trabajo, en cuanto el rebaño también tenía que hacer una etapa, el ganado se debilitaría rápidamente y no produciría que una carne mediocre. Por fin renovar el ganado que se realizaba generalmente sobre plaza utilizando los recursos locales venido muy difícil para el servicio de subsistencia que pasaba la mayor parte del tiempo en desplazamientos para seguir a las tropas.
   Por todas estas razones, se pensó desde el principio en el automóvil para asegurar el trasporte de la carne fresca por mediación de la atracción mecánica. No se podía pensar a construir en los almacenes un aprovisionamiento de coches a carne, automóviles que, todo estando aun precio muy alto, se habría deteriorado en el almacén. Se empieza por contentarse en experimentar algunos modelos como ensayo, para darse cuenta de las condiciones y realizar la búsqueda de un medio de cómo utilizar los vehículos existentes. Las primeras experiencias, habiendo dado un resultado satisfactorio, tuvieron la idea de recurrir a la Compañía General de Omnibuses que venía de construir sus primeros vehículos automóviles (autobús imperial).
Vista interior: Todo el acondicionamiento a estado remplazado por fuertes barras para colgar la carne

    La trasformación de estos autobuses en vehículos para el trasporte de carne es realmente fácil, el techo del vehículo, como es tan extremamente sólido y en forma de corredor, solamente había que fijar ganchos en las barras de hierro en la que se agarran los pasajeros y en el techo para colgar la carne.
    Así que era suficiente fijar sólidamente estas barras de hierro para que pudiesen aguantar el peso, desmontar los asientos para hacer sitio en el interior, instalar una puerta con una rejilla metálica, reemplazar igualmente los vidrios de las ventanillas por rejillas metálicas para la aeración (ventilación) y por terminar doblar la carrocería interior con planchas de zinc a una cierta altura para facilitar la limpieza del vehículo.
    Un cierto número de autobuses así transformados figuraban ya en varias ocasiones en las grandes maniobras. Estos ensayos dieron los mejores resultados  y tuvieron como consecuencia la adaptación de este sistema.
    Esta trasformación ha sido ejecutada por la Compañía General de Omnibuses que había pasado con el Estado un tratado obligando a conservar en el almacén, en tiempo de paz, todos los materiales de primera necesidad. Los trabajos de trasformación, han sido trasmitidos en tiempo útil por todos los cuerpos de ejército movilizados.
La transformación de los autobuses en coches de carne; las persianas, bancos, etc…..

    Así el autobús estaba acondicionado como acabo de explicar, la utilización es muy simple.
    La carne estando cuarteada, era suspendida fijada en los ganchos como el almacenaje de una carnicería, sin que los cuartos de carne llegaran a tocarse. En estas condiciones un autobús, no puede apenas trasportar más de 1.800 kilos de carne, mientras que el mismo vehículo, trasportaba precedentemente 35 viajeros, más el chofer y el conductor o sea un total de unos 2.600 kilos.
    Esta cantidad de 1.800 kilos, representan 3.600 raciones de carne fresca a razón de 500 gr. por persona. Un autobús trasformado y reformado de esta manera, trasporta un poco más de la carne necesaria cada día a un regimiento de infantería, comprendiendo normalmente 3 batallones de 1.000 hombres.
   Así a la rigor, sería suficiente una docena de autobuses por cuerpo de ejército y, con 250 autobuses, los 20 cuerpos de primera línea se encontrarían suficientemente suministrados. Pero el servicio en pequeñas unidades, estaría mal asegurado, los trenes del regimiento, tendrían que cumplir distancias exageradas, sin contar los accidentes imprevistos. Así es que casi se han doblado los efectivos, aunque conservando un cierto número de autobuses para el trasporte de los heridos, y seguramente para ciertos transportes rápidos de personal combatiente.
    El matadero de las reses esta instalado en principio, en una estación cabeza de etapa (término de la vía férrea). Se puede tranquilamente sacrificar la res, dejarla reposar y después expedirla a los puntos de encuentro fijados por el comandante. Desde aquí los oficiales de estado mayor designados a este servicio, dirigen los autobuses a los puntos de distribución en donde la carne es entregada a los oficiales de aprovisionamiento, que a su vez la llevan en los vehículos de carne reglamentarios con atracción animal, de los cuales ya he hecho un comentario anteriormente o en simples furgones. Un autobús podía hacer fácilmente 100 a 120 kilómetros cada día, o sea, que el punto de entrega se encontraría a unos 50 o 60 kilómetros del matadero. El matadero central no tiene necesidad de desplazarse que todos los dos o tres días o máximo y a medida del movimiento de las tropas.
    Hay que añadir, que cuando la red de carreteras se encuentra en buen estado, los autobuses pueden llevar la carne hasta los acantonamientos, lo que evita la manipulación.
   Los autobuses van a contribuir eficazmente a la defensa del país. No hay que olvidar, que en la guerra hay
tres cosas que se han de hacer cada día: andar, comer y reposarse, llegar hacer estas tres cosas en buenas condiciones, es muchas veces mas difícil que hacer la cuarta, que es la de batirse, menos mal que no se baten todos los días.
   Cuando los parisinos vuelvan a ver sus autobuses, estarán fuera de servicio, pero tendrán el placer de ver que han sido remplazados por otros los cuales sus carrocerías serán más anchas y más confortables, ya que la Compañía General de Omnibuses, ha adaptado en principio hacerlo dentro de algunas semanas. A veces una desgracia, trae algo de bueno.


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